No tomes a alguien como referencia para ser mejor, si en una carrera, visualizas al que va primero y tratas de alcanzarlo, seguramente vas a cansarte. Antes de ver como alcanzar a los otros, debes concentrarte en superar tus propios límites, eso es usar tu energía con inteligencia, si hoy diste el 100%, mañana dar el 101%, pasado el 102%... ver como poco a poco superas las cosas que antes hacías, te dará una gran satisfacción personal, incluso dejarás de ocuparte del que va al lado en la misma competencia, y también del que va al frente.
Muchas ocasiones renunciamos a algo, porque pensamos primero en alcanzar un patrón determinado, pero el objetivo que nos hemos trazado es muy alto: No esperes a escalar el Everest, sin antes haber conquistado otras cimas menores, ese es el orden correcto; puede ser que tu meta final sea eso, pero trázate antes metas más pequeñas.
Superar nuestros propios límites, debe ser una tarea diaria. El cambio es necesario en cada aspecto de la vida, tenemos que evolucionar por dentro para que se vean cambios externos. Cuando comienzas a luchar por algo, y continúas, y continúas, las cosas a tu alrededor empiezan a cambiar también. De nada sirve tratar de escalar la cima más alta que existe, si te vas a quedar a la mitad, sin embargo, si tú conquistas las montañas más pequeñas, esto servirá de motivación para seguir haciéndolo, para romper tus propios límites.
Por ahora no nos fijemos en nadie más, no vayamos al ritmo de x o y persona, comienza a ir a tu ritmo, subiendo un pequeño porcentaje diario, ese que lo puedes sostener. Vamos que podemos, esfuérzate, que la vida sin esfuerzo no trae grandes recompensas
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