A menudo, nuestra mente nos distrae de lo que sucedió, mostrándonos los hechos mas bonitos de lo que en realidad fueron. Siempre nuestras ex eran más hermosas, los años anteriores eran mejores, o las cosas eran más fáciles en ellos. El pasado se presenta como una trampa que se esconde bajo unas pocas hojas, casi siempre está superficial aunque hayan pasado muchos años, y cuando te atrapa te quedas en él demasiado tiempo. Te entretiene y te hace olvidar de las cosas presentes que tienes que hacer, de lo futuro que tienes que proyectar.
El pasado pronto te envuelve en tristeza por lo que no fue, por lo que pudo haber sido, por la vida que pudiste haber tenido... pero ya no puedes hacer nada, eso ya está irremediablemente perdido. Su principio fue dulce, y en un momento se hizo amarga esa bebida del pasado... comenzaste a ver distorsionada la realidad, tuviste mareos por un instante, y tuviste dolor de cabeza porque tratas de volver a armar esos rompecabezas antiguos, algunos de esos problemas, ya ni siquiera son tuyos.
No confíes en el pasado, siempre lo encontrarás en cada esquina tratando de seducirte, y robarte unos cuantos minutos, incluso horas. Es un nuevo año, tiempo de renovar todo... e igual cuando nos mudamos de casa, queda basura que hay que sacar, y polvo que hay que barrer, así hay que hacer con nuestra vida en este nuevo año... nuevos propósitos, nuevas metas, nuevos retos. Este presente es lo que tengo ahora... y puedo decidir el curso de lo que pase o no pase. Ahora.
Vamos, el año esta entero... hay que trabajar, esos sueños no se cumplirán solos, y menos si seguimos pensando en el 2013, con sus cosas buenas y malas. La vida no nos va a esperar, y un día perdido no lo recuperas nunca
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