miércoles, 16 de octubre de 2013

Agua que no has de beber...


Una fórmula tan sencilla, como dos moléculas de hidrógeno, y una de oxígeno, es fundamental para la vida. El H2O que abunda en este planeta formando los océanos, en realidad está disponible en pequeñas cantidades para el consumo humano. Es mucho más escasa en nuestro sistema solar. Realmente si comparamos la presencia del agua, con el tamaño del sistema solar. Sería apenas un guijarro en la playa.
Hay cosas tan vitales para nosotros como el agua, pero al igual que ella, no le damos mucha importancia... O sea, está ahí disponible todo el tiempo, imaginamos que nunca se va a terminar. Así somos a veces con nuestras familias, hasta que le pasa algo a un ser querido. Así somos con nuestras parejas, cuando sentimos que su amor se va, que no es el mismo de antes. Esperamos a que la situación sea crítica para tomar medidas ¿Quién se iba a imaginar, que el amor es fundamental para la vida? Sin amor, nuestro espíritu se marchita, se secan varias partes de nosotros; incluso momentáneamente mueren.
Para estar aquí hoy, alguien nos tuvo que amar... o sea, si nadie nos hubiera amado, nos hubieran tirado a un tacho de basura al nacer... o simplemente, no nos hubieran gestado. Y aprendemos a amar, de la persona que nos amó primero; lo que somos ahora, y como amamos, es un reflejo de como nos amaron a nosotros. Solamente adaptamos ese amor a nuevas situaciones, como la vida en pareja... o hacia los hijos que tengamos.
Ama el amor como al agua, valóralo de la misma manera. Bébelo hasta la última gota. Cuando ha hecho falta mucho tiempo, es así de refrescante... Cuando lo descubrimos puro es delicioso. Sin embargo cuídalo, el amor está escaso, aunque en este momento tengas mucho a tu alrededor; cuídalo mucho, porque aunque no parezca, es indispensable para la vida.

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