A veces nos ha pasado, que nos hemos preparado para algo. Hemos estudiado algo, lo aprendimos durante mucho tiempo, lo practicamos a solas... Pero no llega ese momento de demostrarlo ¡Qué desesperante es eso! Cuando tienes a veces la fórmula para conseguir algo, sin embargo, te toca esperar pacientemente tu turno.
Es como lo que pasa con un jugador de fútbol, que se ha dedicado a practicar mucho los tiros libres. Sin embargo, el que está en la banca, no importa cuanto haya practicado... debe esperar su oportunidad para que los demás aprecien todo lo que ha mejorado, mucho dependerá de algunos factores para que al fin pueda mostrarse.
Y viene el momento, hay episodios de la vida, donde esa oportunidad llega... Aunque solo tengas un instante para demostrarlo, si continuaste practicando, si no flaqueaste, la primera que venga, será todo lo que necesitas para demostrar tus cualidades. Y así de pronto, el anónimo, de la noche a la mañana pasa a ser reconocido... el ignorado pasa a ser elogiado, a veces solo hay una oportunidad...
En la naturaleza, breves segundos pueden ser la diferencia entre el hambre, y poder comer. Entre seguir viviendo, o ser la comida de otro. En el mundo "civilizado" no es mucha la diferencia; de todos modos, a diferencia de ellos, nosotros podemos ir mejorando, hacia afuera, y hacia adentro... Y eso depende de nosotros.
Sigamos entonces incrementando ese nivel, cultivándonos, como si la oportunidad de demostrarlo fuese mañana. Para cuando la casualidad se choque con nosotros podamos decir "Ahora es cuando". Hagamos que valga la pena, no debes dejarla pasar, porque son escasas... tienes que estar preparado para hacer tuya esa oportunidad cuando pase por tu vida.
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