sábado, 20 de abril de 2013

Triunfar entre depredadores.

"Maestro, quisiera saber cómo viven los peces en el mar. Como los hombres en la tierra: los grandes se comen a los pequeños." (W. Shakespeare)
Se dice que uno de los depredadores más grandes que existen, me refiero al cocodrilo, durante el primer año de vida tiene un 90 % de mortalidad. Son presas de garzas, de tortugas, de cormoranes y de peces depredadores entre otros enemigos naturales. En el proceso de crecimiento serán víctimas porque no tienen miedo de nada, no tienen ese natural instinto de huir y protegerse.
Durante nuestro proceso de crecimiento nos pasa lo mismo, hay muchos que harán lo imposible por evitar que crezcamos; el mundo en que vivimos es muy egoísta. Mientras seamos pequeños, hasta aquellos que se vean débiles, serán nuestros depredadores; con esto no me refiero solo a personas, sino circunstancias, problemas en general. ¿No te ha pasado que sientes, en un momento determinado de tu vida, que solo te ocurren cosas negativas? Eres presa, aún de las cosas más pequeñas, estás a merced de todo, todo te hace daño. Eres como un cocodrilo pequeño, en medio de tantas especies (de humanos y problemas), que aunque se ven inofensivas (y si llegas a crecer, lo verás así), te podrán devorar sin piedad. Es el simple y morboso deseo, de que si yo no pude avanzar, que si no pude conseguir la felicidad, tú tampoco lo harás, seré tu obstáculo, seré esa piedra en el camino que te lo impedirá. El mundo es más complicado por las personas que decidieron ser piedra; están ahí, ya que no se pudieron mover, obstruyen tu camino y tu visión, ahora son tus depredadores.
Cuando crecemos, todo se hace más fácil, podemos cazar mejor, somos más resistentes, nos hacemos menos vulnerables. Hay muchos que morirán pequeños; llegará un punto en tu vida donde comenzarás a atraer cosas buenas muy seguido, solamente tú sabes cuanto falta para eso. Sucesivamente menos cosas te harán daño y disfrutarás más tu vida. Un cocodrilo adulto prácticamente no tiene depredadores naturales.
Pequeño cocodrilo, no te rindas, no te dejes devorar; mediano, sigue creciendo ;y grande, no hagas daño a los demás. Ayuda a los pequeños a sobrevivir y crecer. Que Dios les ayude a vencer esas limitaciones de ahora y a ser más fuertes día a día.
 
(Este es un reposteo de algo que escribí en mi antiguo blog http://ojosdeaguila.blog.com.es al cual ya no pude entrar más, que en paz descanse...

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