miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Y cuando no puedo rendirme?

La historia recoge tantas epopeyas, tantos momentos de valor; muchos héroes que han existido a través del tiempo. Personas para quiénes renunciar, no ha sido una opción, simplemente esa palabra no ha existido en su vocabulario.
300 espartanos tuvieron una batalla memorable con los persas. Alejandro Magno, comprometió a sus hombres con la victoria, tras quemar sus naves, para que no pudieran regresar a su tierra. Bomberos han podido vencer incendios enormes; padres han sacado adelante a sus hijos a pesar de la pobreza. Científicos hicieron grandes descubrimientos. No pudieron rendirse, esa palabra ni siquiera se nombraba entre ellos.
El mundo necesita gente comprometida con sus sueños, que no se de por vencida fácilmente. Personas que no teman a conseguir sus metas, aunque en el trayecto tengan que pasar por malos momentos. En el ajedrez, hay una pieza que no puede retroceder nunca, el peón, si llega al límite del tablero, dejará de serlo... es la única pieza que cambia su valor, como premio a nunca haber retrocedido, ya que se puede transformar en reina, inclusive. Sin embargo, que un peón (que vale uno, en ajedrez), llegue al otro lado no es algo que pase siempre.
Cuando los seres humanos estamos entre la espada y la pared, cuando detràs tenemos un enorme abismo, cuando estamos al límite, es cuando realizamos cosas jamás pensadas... Piensa siempre en no renunciar, en seguir adelante, en nunca pensar en derrota. Cuando eso ocurre, te conviertes en alguien fuera de lo común. y de esas personas necesita el mundo.

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